esas cosas increíbles - ahora que trabajo en una biblioteca, mi escritorio está muy cerca de la zona de literatura, de novela y de poesía. aquí, desde mi silla, alcanzo a leer algunos de los lomos, pero ningunas de las páginas. y siento un poco de paz y un poco de desconsuelo.
me siento privilegiada de haber sido de esas adolescentes que "escriben poesía" y por lo tanto reciben poesía. me acuerdo con emoción aquel librito pequeño, tamaño A5 quizá, engargolado en plástico gris, que está dedicado a mi. "las mareas inmóviles de polvo", dice. y también a veces viajo a la ítaca de kavafis. y suspiro por la misma nariz que deben haber suspirado otros. y un poeta me lleva a otro, y a otro. y la voz que escuchamos es la de todos hablando al mismo tiempo y contando las mismas cosas, pero haciéndolas parecer - por obra de maravillas - únicas y extraordinarias.
quizá hace tiempo que no merezco poesía, pero yo sigo garabateándola en las esquinas. escribo por las razones aquellas de reconocerme en otras palabras, de romperme en frases cortas para ver si así entiendo lo que no me explico yo misma en una narración entera.
porque no hay necesidad de explicar lo que ya se sabe y se entiende así.
Aunque vengas mañana
en tu ausencia de hoy perdí algún reino.
(Canto Destruido - Carlos Pellicer)
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