21.2.05

Fuera del clóset, dentro de la pantalla


También en España el matrimonio gay es un tema, pero en Estados Unidos al fin se rieron de él. Leo hoy con gusto que Los Simpson ya - por fin - dió a conocer quién es su personaje abiertamente gay: Patty Bouvier, una de las hermanas de Marge.

En un capítulo que salió al aire la semana pasada, Patty sale del clóset, presenta a su novia y Homero se dedica a realizar cientos de bodas gay, pues Springfield decide hacerlas legales para impulsar el turismo. Hum... suena a que es una buena idea. ¿Será esa una de las razones por las cuales en España ya será legal? Saaaabe...
Posted by Hello

Que estés descansando, Hunter


Cuando empecé a interesarme seriamente por el periodismo, alguien dejó caer el concepto de "periodismo gonzo" cerca de mis oídos. La lectura de "Miedo y Asco en Las Vegas" de Hunter S. Thompson me abrió una perspectiva magnífica: no sólo se trata de contar lo que se ve, sino de vivirlo para que la gente lo pueda observar desde los zapatos de quien lo experimenta.

Me sonaba precioso. Me convertí en una gran fan. El libro - además - era el tipo de lectura absolutamente límite que me gustaba: un sujeto que se embarca en un viaje de drogas de proporciones épicas en el pequeño infierno de Las Vegas. Me pareció un genio. Me sigue pareciendo un genio. Años después ví una película que se hizo del libro y, aunque me gustó, no tuvo el mismo efecto. Al final de la cinta, uno se muere de risa. Al final del libro, uno se muere de miedo.

Según el NYT de hoy, Thompson fue encontrado muerto el día de ayer a los 65 años. Un suicida, y con pistola de por medio. No dice si hubo nota o si sabe algo más, simplemente que está muerto. Vaya con la tristeza. Espero por lo menos que se encuentre en paz, y que la suerte le haya llevado a un lugar divertido donde pueda platicar con Jack Kerouac.
Posted by Hello

4.2.05

"Traigan preguntas concretas, porque esto no es una clase"

Érase una vez la historia de una estudiante que no entendía en lo absoluto lo que estaba pasando en su clase. Sabía que su profesor era una verdadera eminencia, pero como se pasaba el tiempo (el profesor) burlándose de la obvia ignorancia de sus alumnos, era difícil entender. Llegaron las vacaciones, pasaron casi dos meses sin clases con el profesor en cuestión. Un buen día, la estudiante - y sus compañeros - descubren que en un par de semanas tienen un examen con el señor. Un poco de horror. Y sin ninguna clase previa. Es más, el examen no se los va a aplicar él: lo va a aplicar otra todapoderosa que no puede explicar nada.

Después de exponerse a la burla de la todopoderosa - cómo se te ocurre pensar que vienes a la escuela de tercer ciclo y puedes pedirle a un maestro que te explique algo, ¿no eres ya lo suficientemente grande? -, y explicarle que necesitan preguntar qué caramba viene en el famoso examen, se decide enviar un correo electrónico al profesor-eminencia.

El profesor eminencia acepta - magnánimo - dar una asesoría. De media hora la tarde de un viernes. No más. La alumna en cuestión - ella, tan tontita, tan absolutamente necia - le manda un correo electrónico para darle las gracias por ofrecerles un ratito de su tiempo. El profesor contesta con una sola línea: "Traigan preguntas concretas, porque esto no es una clase".

Qué bonita es la vida, caray.

2.2.05

Quiero y no puedo

Regresar a sostener este blog de forma constante. Esta ciudad me ha arrancado los ojos, el aliento y la fuerza para escribir y no me los quiere devolver. Pero hago mi mejor esfuerzo.

Disculpas a los que han reclamado. Volveré... como dicen todos los villanos.

Ah, los titulares

Una cosa que verdaderamente me encantaba en la Ciudad de México era ver por las mañanas los titulares de los periódicos, sobre todo de los gratuitos o los muy populares. Es magnífico ver las hazañas linguísticas y la inacabable imaginación de los redactores que convierten a un apellido o a un sobre-nombre en un prefijo polivalente. Y para ejemplo, todas las peje-cosas que inundan los diarios.

Hoy, al tomar de un montón de diarios gratuitos mi edición del día, sonreí con emoción. Desde las ocho de la mañana y gracias al noticiero de la 1 sabía que ayer se negó toda posibilidad al Plan Ibarretxe (asuntos de política nacional española al que bueno, prefiero no meterme).

Todos los diarios lo llevaron como tema de portada, con menores o mayores variaciones de acuerdo a su orientación. Lo mínimo que ví en una cabeza fue una de cuatro o cinco palabras. Pero el diario gratuito Qué - que cuenta con la campaña en televisión más fea del mundo y la semana pasada sacó una edición en la cual la fecha de portada era la errata más importante - hizo una hazaña linguística como esas que me encantan.

Ibarrechazo. Así dice. Ibarrechazo. Es tan bonito, que hasta siento que voy a llorar.

La otra manera

Hay una cuestión moral en el aborto que a mí siempre me ha costado definir. Puedo ser todo lo progre que quiera... pero tengo un respeto mayúsculo por cualquier cosa que comience a crecer en el vientre de alguna mujer. Supongo que también en el mío.

Hoy leo en el New York Times que los grupos cristianos que trabajan para disuadir a las chicas de utilizar su derecho a abortar han descubierto una arma nueva: las ecografías o los ultrasonidos. Parece que están intentando hacer fuertes inversiones para contar con uno in house y poder mostrarle a las chicas con problemas un sonido o una imagen del feto en gestación.

No voy a hacer un reclamo en favor de la vida, porque no me parece el momento y porque además muchas veces esos grupos anti-abortistas me parecen tan absurdos como los pro-abortistas. Lo único que quiero decir es que, por una vez, han tenido una magnífica idea. Y bueno, hay que aplaudírselas.

(La nota del NYT puede verse tocando el título de este post. Con suscripción).