Tengo que confesar que mi rebeldesincausa me mira desde el espejo del comedor. "Pero... ¿en qué estás pensando? ¡Si es sábado por la noche!".
El problema es que esa parte de mí me lo reclama desde hace semanas. Pasa que prefiero salir entre semana, cuando hay menos humo en los bares. Pasa que por lo general, el día que es hasta morir para mí son los viernes, para el sábado poder recuperarme. Pasa que estoy hablando con mis primos por el messenger, que se reúnen todos menos yo hoy para comer con mi abuelita. Pasa que estoy muy bien aquí, en la sala de mi casa, con mi iluminación indirecta, el silencio, la ventana abierta y los discos que acabo de comprar.
Me espera un libro y el otro día me compré Monsters Inc. En realidad, los sábados son buenos en calma.
Ahora que nadie venga a quererme convencer. Porque soy fácil, facilota.
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