Están dos chicas fresas (mexicano - intercambiar por "pijas" en vocabulario local) tomando el sol en un balneario súper exclusivo en una zona de manglares. Una de ellas levanta su cabecita y se da cuenta que, a lo lejos, se acerca un caimán.
- "¡Mira!, ¿qué es eso que viene?".
La otra deja su revista de moda, se incorpora, se sube sus carísimos lentes de sol y comienza a aplaudir, emocionada.
- "Ay... qué lindo... ¡es un Lacoste!".
La única razón del chiste estúpido que me ha hecho reir tanto en los últimos días es que estoy de muy buenas porque tengo 103 páginas de la tesina listas según el último recuento. ¿Qué dirá el director de tesis? ¿Volveré algún día a tomar el sol? ¿Me harán reescribirlo todo? No se pierda nuestro próximo episodio. Pero por lo pronto, siento que me merezco mi cena y el rato de televisión que pienso ver al rato.
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