1.9.15

Oídos débiles (82)

Hay dolores que generan un recuerdo pasmosamente claro y desagradable: en mi caso, uno es el dolor de oídos. Puedo claramente sentir cómo palpita dentro de tu cabeza y como nada, ni siquiera un biberón con leche de chocolate (así de jovencito es ese recuerdo) puede liberarte de ello. Así que cuando algo, lo que sea, pasa con mis oídos, tengo la consigna de ir lo más rápido posible al médico.

El lunes, después de desayunar con S y hablar eternamente de mudanzas y remodelaciones (es el tema del año) y luego trabajar en el café hasta que se me acabó el wifi de cortesía, fui a médico. Con todo y susto. A que revisara mis oídos que han estado más bien medio sordos desde que me bajé del último avión.

No está pasando nada: de hecho, mi nuevo médico - lo agrego a la lista de especialistas "en caso de emergencia" me explicó con lujo de detalles que, básicamente, estoy baja de defensas, tengo rinitis y mis oídos se quejan un poco de todos los aviones. Un par de medicamentos y la indicación de regresar en un mes. "¿Usted cree que me deba operar la nariz?", pregunté, antes de irme. Últimamente cada que voy a México uno u otro médico dice que, sin duda, lo que necesito es cambiar mi perfil por otro. "Bueno... si no te gusta tu nariz... pero funcionalmente no haríamos nada haciéndote una cirugía - la desviación que tienes no es tan grave: es solo molesta".

Salí con los oídos igual de tapados, pero más tranquila. Antes de visitarlo, había enviado a mi director las 100 páginas que terminé de corregir a las siete de la mañana. Por un momento, todo es más fácil. "No es tan grave, sólo molesta" la desviación - como la tesis. Y quizá lo de no poder escribir antes es tan metafísico como la explicación que me dió MJ para mi sordera: "A lo mejor lo que pasa es que no quieres oir lo que otros quieren decirte". No sería la primera ni la última vez.

La tesis: pues eso. El director está revisando la primera parte. La segunda está en inglés y es muy rara: es mi parte experimental y me temo que no entenderé cómo la estructuró mi cabeza. A ello.

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