12.9.15

Estando aquí... (71)

Sonó el despertador y lo apagué y volví a dormir. Mis horas fuera de horas hoy no funcionarían. "¿Estás bien? ¿Qué pasa?". Nada, contesté sobre el café de la mañana. Simplemente hoy no me podía levantar. Sobre la mesa, el ordenador. Estoy tan peleada con todo lo que está ahí dentro que ni siquiera he comenzado a escribir el blog, que reviso los correos en el teléfono. Pasan los días y, en mi cabeza, queda muy claro que estoy haciendo algo que no debería: poniéndome a perder tiempo cuando no lo tengo.

Armada con otra taza de café me siento. Hoy necesito terminar de traducir porque el fin de semana debería trabajar en papel, acomodando esto que no hace ningún sentido. Y me pongo pequeñas metas en el texto: no te puedes parar por otro vaso de agua hasta que no llegues al próximo subtítulo. No pares hasta el siguiente punto en seguido. No trates de corregir la redacción ahora: traduce solo.

Al final, poco después del mediodía terminé y mandé el texto para que se imprimiera. Comí, me metí a la ducha, vi un poco de televisión sabiendo que tenía que salir de casa. A algo. A salir. Al sol ese que en unos días ya no estará. A que me dé el aire. A salir. Finalmente salgo acicateada por la necesidad de tener algo para la cena, que será temprano. Y en el súper mercado, en el pequeño super mercado de mi barrio, me pierdo. No puedo decidir qué comprar, no se me ocurre qué poner para la cena, no sé en dónde estoy. Tengo la necesidad imperiosa de volverme hacia alguien y contarle que no sé qué estoy haciendo, que me sorprende lo malo que era el texto que estaba traduciendo hoy, que me ha vuelto a atacar el síndrome del impostor.

Pero ni yo entiendo lo que la gente a mi alrededor dice ni probablemente ellos entenderán lo que digo yo. Regreso a casa y recuerdo que la música alivia: y pongo música de cuando tenía nueve años, y salto un poquito alrededor, para sacudirme esa sensación de mudanza y de incapacidad que me tiene desbordada.

Tesis: no más traducciones. Este fin de semana toca acomodar esa segunda parte y definir un esquema claro de conclusiones. Y cerrar esto, que ahora, de verdad, me está ahogando.

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