18.8.15

La casa (96)

Estrictamente, estoy cerca de doce horas tarde. Esto lo debí de haber escrito anoche antes de meterme a la cama a dormir "un par de horas" que se convirtieron en muchas más. Llovía - y la lluvia por lo menos a mi me relaja, me hace pensar en otras cosas. También la tesis tiene esa característica.
Se escribe el blog antes de las 12 del día
Ayer, descubrí mientras revisaba un par de párrafos tan terribles que me dio por borrarlos. Y seguir leyendo por otro lado. Y entonces, de pronto, miré a mi izquierda y descubrí... polvo. Y en lugar de seguir escribiendo la tesis me levanté, cambié las sábanas, tomé la aspiradora y limpié la casa muy a consciencia. Tan a consciencia que al llegar a la nevera, decidí sacar todo lo que había y buscar recetas o maneras de prepararlo todo y tener la comida sin necesidad de salir.

Y la limpieza de la casa, las flores en su sitio, el olor de la sopa de apio de pronto me hicieron sentir un poco más útil. No avancé en la tesis, no - crucé un par de líneas con mi director, que me deseó suerte, pero poco más. Leí, pero poco más. En los mensajes que recibo al teléfono hay varias líneas de pensamiento, pero se dividen principalmente entre los "acaba ya" y los "tómatelo con calma, que ha sido un año movido".

Más o menos lo mismo que pasa dentro de mi. Pero por lo menos la casa está limpia.

La tesis: sigo en el capítulo 1, cambiando fuentes y re-redactando párrafos enteros. De pronto me di cuenta que me estaba citando en un artículo... y me pareció un poco enloquecido. Pero supongo que son las cosas de la academia.

Todavía a veces me aparece por ahí una tercera voz que dice: "esto que estás haciendo no sirve para nada. Deberías dejarlo por la paz". Pero no suena nada factible, así que...

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