26.2.13

Alma (13)

En el despacho, ayer F me contó su nueva distracción frente a los cientos de libros que lee/escribe/enseña cada año. Desde casi un año, se dedica a renovar violines viejos. Músico, además de profesor y escritor, encontró el placer de buscar violines casi muertos en las tiendas de empeño o en internet, comprarlos y dedicarles horas amorosas que los vuelven a la vida del todo. La idea no es tan sólo que vuelvan a ser útiles, sino que incluso parezcan las joyas que llegaron a hacer.

Mientras hablábamos de lo complicado del proceso de la restauración, me contó una cosa profundamente poética. Dentro de los violines, hay una pieza de madera larga que los atraviesa, muy frágil, que se llama "alma". "Una de las cosas más complicadas es reparar un alma rota... o alguna vez me encontré un violín alemán con el alma completamente podrida... en general, siempre que te venden un violín muy barato, es que tiene el alma destrozada...".

Me quedé sonriendo el resto de la tarde. El hecho de poderle poner a algo un alma nueva me parece verdaderamente un milagro.

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