9.4.09

Jueves

No se parece nada este panorama tan verde y húmedo a los jueves santos de mi niñez, con visitas a los templos, empanadas o largas caminatas en el rancho con mi abuelo. Pero igual, la luna llena espía cuidadosa mis pasos. Un pájaro me ve desde el árbol más cercano. Casi al fin de la semana, entiendo que estaba de vacaciones y comienzo a sentir la angustia de tener que volver a la vida normal. Mejor concentrarse en el día a día. Mejor fingir que no pensamos en el futuro. Mejor creer esa historia que nos narramos para dormir bien: esa que dice que nada es lo que parece.

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