Welcome back
Casi sin esperanza, hoy visité el monorama de mi querido BEF, ya resignada a no encontrar nada nuevo. - Sé de buena fuente (él mismo) que había estado muy ocupado -
¡Pero sí hay novedades! ¡Regresó! ¡Y nos hace tan felices eso!
La crónica de Regiolandia es muy buena. Yo estuve ahí hace un par de semanas. ¿Lo peor? Llegar a las 7 de la tarde y meterme a un embotellamiento de hora y media en el "freeway". ¿Lo mejor? Que fuimos a comer al Club de Industriales. Como dice mi querida Gusana "verdadera comida de hombres". En lugar de un triste plato de cabrito, me comí un platote de paella con langosta y una tarta de manzana con helado de vainilla. Muy bueno.
Ciudad sin chiste. La verdad.
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