17.10.03

Feliz, feliz

Es difícil cuando uno llega a una ciudad nueva, a un empleo nuevo, a todo nuevo. En enero de 2002 yo no dejaba de llorar. Un día que me sentía particularmente mal, que sospechaba que algunas de mis decisiones habían sido las equivocadas, me dio gripa. Horrible. Y tenía que conocer a mis nuevos jefes con terrible nariz de reno.

En medio del huracán, alguien me dio un par de palmadas en la espalda y me ofreció un café con moka. Era la primera vez que nos veíamos. Creo que nunca una bebida y una palabra de aliento me habían hecho tantísimo bien.

Pasó el tiempo. A veces nos peleábamos. Pero - con todo lo cursi que suena - poquito a poco se convirtió en mi mejor amiga. En la que estuvo ahí todo el tiempo. Cuando dudé. Cuando lloré. Cuando tomé nuevas decisiones.

Ese ser maravilloso cumple años hoy. Y casi se me hace un nudo en la garganta porque a veces creo que no le he dicho suficientes veces lo mucho que la quiero.

Felicidades, Karlita. Te quiero mucho. Todas las albricias, bendiciones y buenos hechizos que pueda dejar sobre tu hermoso ser todo el cielo.

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