Como pre-regalo de cumpleaños, me estoy leyendo TOOOOODOS los blogs que suelo leer. Y soy muy feliz por eso. Además, recibí ya la promesa de un regalo-boleto para un concierto de un grupo que no conozco. Y mi director de doctorado dice que no va a ir a mi fiesta. Y encontré ayer unos zapatos negros de charol, de tacón que me encantan. Y tengo la sensación de que las cosas van mejor.
Lo supe esta mañana, cuando ví el cielo lleno de borreguitos de frío sobre el mar del mediterráneo, recortado por las iglesias y los altos edificios de Sitges. Lo supe a medio día, cuando Marco me llamó y me dijo que ya estaba en Madrid, que había pasado migración sin problemas. Lo sé cada vez que abro mi correo electrónico y descubro un correo nuevo, que a veces habla de langostas y otras tantas de autobuses en Barcelona.
Lo sé porque tengo ganas de oir música. Mucha música. Y de reírme. Feliz, feliz casi-cumpleaños-a-mí.
(Tengo una lista de regalos que me encantaría postear pero me parece de muy mal gusto. A ver quién adivina. Ya me regalaron una pijama. Calientita. De súper lujo. Y fui feliz)
14.1.08
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