Última estampa
Quizá es que no camino por los lugares adecuados cuando estoy aquí. Ayer, sin embargo, hubo cosas en Monterrey que me asombraron.
Contra mi declaración de "no me voy a comprar ropa", me dí cuenta que sí necesitaba una blusa limpia para la noche, un poco más formal. Me armé de valor y de tarjeta de crédito y salí a perderme en las calles de Monterrey. Efectivamente, y como es mi costumbre en una ciudad distinta, me perdí.
Perdida, llegué al corazón del centro. Cientos de tiendas. Y gente... ya me voy. Luego termino.
Me corren.
- Hace *snif* mucho tiempo que no veo a mis amigos. A ver si este fin se me hace -
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