4.12.03

Cronopio tan viajero

Siguiente parada, Monterrey. Una vez más, el discurso hasta el día de ayer era: "No te vas a quedar. Hacemos las entrevistas y te regresas". Adivinen qué. Estoy en un centro de Negocios haciendo tiempo en lo que se hacen las nueve de la noche.

Por lo pronto, hoy ya decidí que no voy a salir corriendo como loca peligrosa a comprarme algo "más decente" que ponerme. Me voy a poner esto que traigo, que también me pondré mañana. Seré una homeless corporativa, je.

La verdad es que ya hasta me duele la cabeza. Monterrey no es una de mis ciudades favoritas, pero estando en la tranquilidad de una sala de negocios tampoco puedo decir que la estoy conociendo mucho. Me tengo que salir de aquí.

¿Y porqué los millones de viajes? Estoy cumpliendo con un proyecto emergente de un cliente difícil. Bastante. Sobre todo molestoso. Pero ya mero acabo. Solamente hoy.

Extraño mucho al Duque. Quizá eso es lo que más me molesta. Y como él también está ahogado de trabajo, es imposible que nos veamos.

Triste.

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