23.6.08

Ignorance is bliss

Hace meses - quizá años ya - comencé a leer el blog de Carax. Me gusta porque es cosmopolita, en muchos idiomas - en tantos que a veces no puedo leerlo bien - y porque tiene una capacidad quirúrgica para encontrar citas y mensajes que me resuenan en la cabeza. Ahora, en un blog nuevo que abrió, me encuentro con la siguiente frase del señor Paul Auster:

"People say you have to travel to see the world. Sometimes I think that if you just stay in one place and keep your eyes open, you're going to see just about all that you can handle"


A veces, al estar lejos de la que entendíamos como casa, construimos otra. Este blog ha visto como su dueña se intentaba establecer en la ciudad de México, luego decidía irse a Barcelona, cambiaba de casa en Barcelona y últimamente, hasta cambia de vida. Y cómo ha brincado en los últimos cuatro años por más países y ciudades que en toda su vida.

Me gusta viajar. Me encanta. Sé qué ponerme para no sonar en los arcos magnéticos del aeropuerto. Hasta le he tomado el truquito para no cansarme en los aviones - tanto - y me regodeo en mi jetlag (cuando aparece). Mi última gran hazaña fue viajar durante tres semanas con sólo un carry-on y la ropa que cabía en él. Me divierte ver el mundo.

Y sin embargo... a veces pienso que si no hubiera salido de casa, tampoco mi cerebro se hubiese expandido... y mis deseos y mis expectativas. En ese sentido, la frase de Auster es muy acertada: quizá las cosas con las que uno puede lidiar están directamente en casa. Al salir de ahí, aprendes, te expandes, te divides. Y estás en cada casa que dejaste, y en cada aeropuerto, y cada habitación de hotel. Encuentras sitios a los que no volverías y otros a los que no te puedes resignar a no volver. Y luego no puedes entender tu vida en un solo sitio. Y sales a la calle, en medio de la tormenta y dices - como un cronopio -: "La ciudad. La hermosísima ciudad".

Quizá ciertamente haya un punto de bendición en no conocer más allá de lo que te toca por definición geográfica. Pero yo no cambiaría por nada esta sensación de ser - un poco, a pesar de los problemas migratorios y los cambios de moneda - ciudadana del mundo.

4 comentarios:

Rax dijo...

Oiga, muchas gracias por sus palabras, siempre :)
Un abrazote y que siga el cosmopolitismo!

Centrífugo dijo...

Por supuesto que la frase de Paul Auster (reverencia) es verdadera. Pero para poder "abrir los ojos" lo suficiente en nuestro mundo habitual, tenemos que ser capaces de "sacarnos de la ecuación", es decir, de ver nuestro entorno con ojos de extranjeros, como espectadores ajenos a la realidad que se desenvuelve frente a nosotros.

Esto también te lo dan los viajes. Yo tuve una época de viajes divertidos y variados. Últimamente viajo mucho, pero casi siempre a las mismas ciudades y comparto absolutamente tu hambre de mundo.

Una vez que comienzas, es como una droga. Hace falta siempre ir más allá...

Abrazos Centrífugos!

Manel Oriol dijo...

¡Cuánta masa gris se acumularía en este mundo si viajáramos más! ¡Cuánta energía emocional! Seguramente, como dices, no hace falta viajar sólo para hacer de ti una persona conocida por uno mismo. Pero como dijo el sabio, el sentido de la vida es darse nacimiento a sí mismo.
Viajar es vivir. También.

Carax dijo...

Ufff!.. qué te digo mi estimadísima Cin. Me tomó muy de sorpresa este post. Regresé a ver si ya había escogido su premio y me encuentro con estas bellas líneas basadas en mi próximo proyecto bloggero y no podría estar más de acuerdo con lo que dices y de hecho es la idea del nuevo blog... pronto irá tomando forma. Escogí esas palabras de Auster por aquello de making a point through the opposite, lo cual me recuerda una bellísimas líneas de R. Juarroz que, abusando nuevamente del espacio de comentario, me permito copiárselas aquí:
"Buscar una cosa
es siempre encontrar otra.
Así, para hallar algo,
hay que buscar lo que no es.

Buscar al pájaro para encontrar a la rosa,
buscar el amor para hallar el exilio,
buscar la nada para descubrir un hombre,
ir hacia atrás para ir hacia delante.

La clave del camino,
más que en sus bifurcaciones,
su sospechoso comienzo
o su dudoso final,
está en el cáustico humor
de su doble sentido.
Siempre se llega,
pero a otra parte.

Todo pasa.
Pero a la inversa"

Bueno.. pues así está el asunto. De más está decirle que leer su blog (y ver "cómo ha brincado en los últimos cuatro años") es un highlight de mi día. Muchos saludos.. y ahí nos leemos. ;)