12.8.03

Turbas inteligentes, parte II... y tornados

Quantumbyte (mi querido DD) me anuncia hoy dos cosas sucedidas ayer: por un lado y gracias a la protección de todos los duendes y hadas que le hemos enviado, ayer sobrevivió favorablemente una tormenta o "mini-tornado" que afectó un área de cinco kilómetros de diámetro en las lejanas y áridas tierras de Austin, Texas. Su departamento está dentro de las diez cuadras más afectadas.

Quantumbyte, que al igual que yo pasó muchos años conviviendo con las casi increíbles inundaciones en la ciudad de Guadalajara, dice que nunca había visto nada así. Obviamente una cosa es el agua y otra los vientos a nosécuántos kilómetros por hora. Nos cuenta Quantumbyte - desde hoy nombrado el corresponsal oficial de este blog en Austin - que absolutamente TODOS los árboles grandes del fraccionamiento se quedaron sin copa, porque el viento las arrancó de los troncos.

Al edificio donde vive Quantumbyte se le desprendió el techo y se le arrancó la chimenea, de la misma manera que sucedió con otras seis construcciones continguas. Por supuesto, la mayoría de los estacionamientos techados se rompieron y algunos cayeron sobre los automóviles. Para nuestra tranquilidad - y la del bolsillo de QB, ya de por sí atormentado con los pagos del lease - él dice estar perfectamente, al igual que su departamento y su auto. El puro susto, pues.

Cuando me dijo que todo el asunto había durado sólo 30 minutos de que comenzó nublado a que dejó de llover, me acordé de la cola de huracán que tocó Puerto Vallarta el año pasado, unos cuatro días después de que el Duque y yo hiciéramos tremenda fiesta en la playa. Mi madre dice que la lluvia y el viento no duró más de 40 minutos, mismos que fueron suficientes para destrozar todo el malecón.

El susto de Quantumbyte fue mayor porque él estaba adentro de una de esas casas de madera que parece que se van a caer en cualquier momento. Pero, como él mismo dice, pareciera que es un llamado de atención divino: "es para que no se nos olvide que en la ciudad también hay tornados".

La otra cosa que me cuenta Quantumbyte es que ayer hubo un acto de turba inteligente en Austin al que no pudo asistir porque precisamente en ese momento estaba dentro de su casa rogando que no le cayera una viga encima.

El cuento es que se reunió el primer capítulo del club de fanáticos de Mary Poppins a cruzar una calle y bailar, con paraguas abiertos y debajo de una lluvia que nadie esperaba, ante el asombro de traseúntes y automovilistas. Quantumbyte lamenta no haber ido. Yo también. Me hubiera encantado. Entonces quedamos que en cuanto yo pueda ir a visitarlo organizaremos nuestra propia turba inteligente. (Verán el anuncio pertinente en este blog y en muchos otros, espero)

Aunque Quantumbyte dice que en México se hacen turbas inteligentes constantemente y desde hace mucho tiempo - "a las 6 de la tarde, todos en sus coches se reúnen en el Periférico a la altura del Toreo, y detienen su coche durante varios minutos, despues se dispersan leeeeentamente" - pero yo estoy en desacuerdo con él. Dudo, de hecho estoy segura, de que no son inteligentes. Son bastante burdas. Y si está lloviendo, peor. Pero en fin. Agradecemos la colaboración de nuestro corresponsal en Austin (je), esperamos más noticias sobre turbas inteligentes en el mundo y comenzaremos pronto a planear las nuestras.

Cambio y fuera.

No hay comentarios.: