Sunday, bloody sunday
La decepción tiene un olor como a fruta podrida. En el fondo de la garganta, se sienten pequeñas placas - podrían ser de llanto - y el resto de la boca sabe como a metal, como a olvido.
Es horrible encontrarse no con uno, sino con tres mensajes que recen como sigue:
"Estimado candidato: Lamentamos comunicarle que su solicitud no ha sido seleccionada para la concesión de beca para el master XXXXX. Le agradecemos el interés que ha mostrado por el Programa de Becas de XXXXX, y le deseamos toda clase de éxitos en su futuro profesional. Reciba un atento saludo."
(respira, idiota, respira)
Hoy estoy triste.
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