14.5.04

Sobre los seres sin ombligo - ni sexo definido

El problema mayor de leer las críticas de cine en el New York Times es que a veces esperas ver películas que tardan mucho en llegar o de plano no llegan. En diciembre, leí las críticas y reseñas de Angels in America, una miniserie de 6 horas de HBO dirigida por Mike Nichols (El Graduado, 67) con trabajo de Al Pacino, Meryl Streep y Emma Thompson entre otros.

Tenía varios puntos interesantes para mí. En primer lugar, se trata de una adaptación de una obra de teatro. Una obra de teatro que dura seis horas, se divide en dos montajes y tuvo un éxito rotundo en Nueva York, Los Angeles y San Francisco. Una obra de teatro que habla sobre las reacciones de la sociedad estadounidense a mediados de los 80 al respecto del surgimiento del SIDA.

Pues bueno. Las estrellas se conjugaron - se supone - y tenía que verla esta semana. Pues no la ví. Nada más ví la primera hora completa y de las otras he visto pedacitos. Se supone que el sábado veré el resto.

Es muy fuerte, muy fuerte. Sobre todo porque en ese entonces era una condena inmediata de muerte y un estigma... Sigue siendo. Me enteré la semana pasada que un ser cercano se está muriendo. Se está muriendo porque nunca quiso aceptar que estaba enfermo y no se trató. La última vez que lo ví estaba muy delgado. Entonces fuí yo la que no quise aceptar. Ahora no quiere que nadie lo vea. Nadie. Y la muerte en soledad es como lo más triste jamás.

Hasta el momento, el único ángel que he visto en la serie fue una Emma Thompson un poco sobreactuada. Mi mejor consejo para ver la miniserie es no leer ninguna reseña antes porque tienen la mala constumbre de prejuiciar.

¿Lo más fuerte? Al Pacino. Su personaje es el diablo. Un diablo que, bien mirado, da como tristeza.

Ahora me voy. Pero regresaré.

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