6.5.09

Nota intermedia sobre Rigo


Me llamaron para informarme que te habías ido. Así. Como si tuvieras permiso. Como si ya nos hubiéramos visto, según lo que acordamos hace semanas por correo electrónico. Como si al fin hubiéramos tenido tiempo de ponerlos al día.

Ahora que deshago cajas de mi pasado, me encuentro con una libreta con notas de aquella entrevista casi fallida que te hice hace años. Estás en muchas de mis agendas. Y en mi memoria. Y en la portada del periódico. Y en este desasociego que me hace caminar de un lado a otro, nunca mejor dicho, como león enjaulado.

Me quedan muchas cosas de tí. El recuerdo de tu sonrisa, de tu buen humor, de un abrazo alguna vez que lloraba por los rincones. Las fotos que tomé de tus gatos con mi cámara réflex en tu casa de López Cotilla - sí, ahí, enfrente del chino. Me quedan también las ganas de verte, Rigo. Es una pena que te hayas adelantado.

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