Mi querida Ojotes me mandó esta noticia para el blog. No puedo dejar de escuchar ruido cuando la gente dice que esto es la "evolución" de los pueblos. No lo sé. A mí más bien me parecen dolorosas pérdidas.
PEKÍN.- Yang Huanyi, la última persona de China que hablaba el 'nushu', la única lengua del mundo utilizada exclusivamente por mujeres, murió el 23 de septiembre a los 98 años, con lo que desaparece este antiguo código de escritura. Según sus allegados, Yang Huanyi murió en el condado de Jianyong (provincia de Hunan) sin saber escribir el chino.
Huanyi, viuda de un granjero que aprendió el idioma siendo una niña, era actualmente la única mujer capaz de leer y escribir el nushu. "Hizo nuestras vidas mejores, porque nos ofreció un modo de poder expresarnos", afirmaba Huanyi.
Su fallecimiento supone la extinción del 'nushu', un código secreto utilizado por mujeres desde hace siglos en algunas regiones alejadas del centro y el sur de China.
Según los lingüistas, el 'nushu', descubierto en 1982 por una profesora china, es el único lenguaje exclusivamente femenino en el mundo. Sus manuscritos son muy raros, ya que tradicionalmente se quemaban o se enterraban con los muertos.
Una forma de comunicarse entre ellas
Las mujeres se vieron privadas durante siglos de recibir una educación formal, por lo que en la prefectura de Jiang Yong, en la provincia de Hunan, desarrollaron una escritura particular para poder comunicarse entre ellas, escritura que plasmaban en ocasiones en ropa, o incluso en las palmas de las manos, a causa de la ausencia de papel.
El nushu fue utilizado principalmente para la creación de San Chao Shu o 'Cartas del tercer día', folletos de paño en los que las mujeres transmitían a sus hijas consejos sobre el matrimonio. Contenían además canciones escritas en este lenguaje, que expresaban sentimientos y esperanzas, y que eran enviadas tres días después de la boda, de ahí su nombre.
La lengua nushu está compuesta por entre 1.000 y 1.500 palabras, muchas de las cuales quedaron plasmadas con bordados. Se escribe en columnas verticales, de arriba a abajo y de derecha a izquierda. Muchos de los caracteres están inspirados en los chinos, si bien son más finos y estilizados, probablemente como producto del bordado.
Lingüistas y autoridades locales han mostrado un especial interés en los últimos años por este exclusivo lenguaje, y activaron medidas para preservarlo. Sin embargo, la muerte de Huanyi significará su extinción, ya que hoy día las chinas reciben la misma educación que sus compatriotas varones.
Quedan, no obstante, una serie de diarios manuscritos en los que "cada palabra es como una flor" -según han descrito los caracteres algunos expertos-, único testimonio de que un día existió un lenguaje propiedad exclusiva de las mujeres.
30.9.04
29.9.04
Luto fotográfico
Llevé mi cámara, descompuesta en el aeropuerto hace como seis meses, al taller que me recomendaron. Todos se veían muy profesionales cuando llegué. Tomaron los datos de mi cámara y la abrieron. Me dijeron desde entonces que era difícil, que ya era muy viejita, que la última reparación por la que había pasado - en Guadalajara, con uno de los "mejores especialistas", supuestamente - era terrible. Le habían metido taladro.
Tengo junto a mí el cadáver de mi hermosa Minolta XGA. Me la regaló mi papá cuando comencé a estudiar foto. Era una belleza. Y ahora lloro.
En realidad, es irremplazable... pero si alguien sabe de una buena cámara manual no demasiado cara, por favor, no dejen de avisarme. Snif.
Tengo junto a mí el cadáver de mi hermosa Minolta XGA. Me la regaló mi papá cuando comencé a estudiar foto. Era una belleza. Y ahora lloro.
En realidad, es irremplazable... pero si alguien sabe de una buena cámara manual no demasiado cara, por favor, no dejen de avisarme. Snif.
En las prensas de nuevo
El sábado pasado me reestrené en las prensas, por primera vez en un "periódico capitalino". La crónica no es lo más relevante de la historia, pero no dejo de sentirme muy, muy orgullosa.
Estoy buscando la liga para subirla y presumir. Ni modo, así soy yo.
Estoy buscando la liga para subirla y presumir. Ni modo, así soy yo.
23.9.04
El misterio del libre mercado
Primer acto. Llego a una casa de cambio de Polanco - en una plaza comercial, de franquicia - a preguntar por el precio de unas monedas de plata. 50 pesos la de veinteavo y 60 la de décimo, me dicen. Me percato de que están acuñadas y fechadas en 2003. Pregunto si acaso tendrán de 2004. No. No tienen. ¿Y de casualidad sabrán si la moneda se acuñó en 2004? No. No saben. Ante mi insistencia, uno de los chicos marca a una "casa matriz" para preguntar. "Pues no. Este año no salieron. A lo mejor a partir de noviembre".
Descorazonada, voy a una sucursal de banco. Pregunto si hay estas monedas, si las puedo conseguir. "Pues no, esas monedas nosotros no las tenemos. Sólo en el Banco de México. Vaya al Banco de México". Cuestiono al amable caballero si habrá algún teléfono en el que yo pueda preguntar sobre la existencia de las sacrosantas monedas. "Pues no, la verdad no. Lo único que puedo decirle es que el edificio del Banco de México está enfrente de Bellas Artes". Uf.
Segundo acto. Dan las nueve de la mañana. El tráfico en el Eje Central y Juárez es intenso, normal en un jueves por la mañana. Las enormes puertas del Banco de México permanecen cerradas y muestran un edificio sombrío, alejado, no propio para los mortales. Me acerco. Un policía entre rubio y cano, con algunas marcas de acné, me detiene. "¿Siiiiii?" - con esas vocales largas que utilizan los mayordomos de las películas viejas - "¿en que puedo ayudaaaarte?". Comienzo a explicarle de las monedas pero, a mi cuarta palabra, ya me cortó. "No, jovencita". Wow, jovencita. "El Banco de México no da servicio al público. Lo que tienes que hacer es ir a un banco". Le conté un poco de mi desventura en el banco y que lo que me urgía saber era si esas monedas habían sido acuñadas también en 2004. "¡Ah!", dijo con sus grises ojos muy abiertos, sonrientes y llenos de sorpresa. Largas arrugas se le marcaban en las comisuras de la boca "¿Así que tú ya sabes lo que es acuñar? Me da gusto, me da gusto... quizá para investigarlo deberías ir a la Biblioteca del Banco, que está aquí como a unas diez cuadras". Mi cara, como siempre, delató mi cansancio. "Bueno", afirmó conciliador, "también podrías ir a unas numismáticas que están aquí en la calle de atrás. Seguro ellos saben".
Ese segundo dato me gustó más. Le dí mis más sentidas gracias y salí caminando rápido hacia las numismáticas famosas. En la primera, un hombre pedía más dinero por muchas monedas que llevaba y otra recibía 29.50 a cambio de cuatro dólares en monedas. Una mujer con los dientes llenos de metal - literalmente - me preguntó que qué quería. Tampoco me dejó terminar. Ella no tenía. ¿De casualidad no sabría ella de alguien que sí? Me envío a unas siete puertas, a otra numismática especializada en monedas para coleccionar.
Y sí. Sí había. La señorita me confirmó que también había del 2004, pero que en ese momento no tenía. "Las pido y el lunes te las tengo". Yo no pude evitar darme cuenta que estaban un poco más opacas de las que había visto antes. Pero me parecío bueno. Pregunté por el precio. 35 pesos la de veinteavo y 45 la de décimo. ¡Una diferencia del 25% en el precio! ¡Yo creía que las onzas de plata tenían un precio fijo en todos los lugares! Ahora sabía que no.
Quedé en llamar la siguiente semana, según lo acordado. Al dar la vuelta a la calle, me encontré de manos a boca con una sucursal de la Casa de Bolsa de Polanco. ¿Entrar o no entrar? Pues entré. Ahí, en la vitrina, con todo y sus estuches individuales y su brillo original, las monedas. No pude dejar de preguntar. "Oiga... ¿y cuanto cuestan los décimos". 48 pesos, me dijo. Y fijó su mirada en la tarjeta de la numismática que traía cargando conmigo, puesta sobre mi enorme edición de los Evangelios Apócrifos.
Como si estuviéramos en un tianguis o en una casa de subastas, el dependiente detrás del cristal inclinó su cuerpo hacia mí. "¿En cuánto te las dan?" "En 45 pesos", respondí. Se para de su silla y va con el gerente de la tienda como el niño vendedor que va con su papá en el tianguis. Hablan en voz baja. Al final, el cajero vuelve a acercarse. "Va. Te las dejo en 45 con todo y cajita".
¡Ni siquiera había dicho yo nada! Digo, fuí muy feliz porque obtuve más por menos pero, bueno... no puedo dejar de estar asombrada. Y bueno. Viva el libre mercado.
Descorazonada, voy a una sucursal de banco. Pregunto si hay estas monedas, si las puedo conseguir. "Pues no, esas monedas nosotros no las tenemos. Sólo en el Banco de México. Vaya al Banco de México". Cuestiono al amable caballero si habrá algún teléfono en el que yo pueda preguntar sobre la existencia de las sacrosantas monedas. "Pues no, la verdad no. Lo único que puedo decirle es que el edificio del Banco de México está enfrente de Bellas Artes". Uf.
Segundo acto. Dan las nueve de la mañana. El tráfico en el Eje Central y Juárez es intenso, normal en un jueves por la mañana. Las enormes puertas del Banco de México permanecen cerradas y muestran un edificio sombrío, alejado, no propio para los mortales. Me acerco. Un policía entre rubio y cano, con algunas marcas de acné, me detiene. "¿Siiiiii?" - con esas vocales largas que utilizan los mayordomos de las películas viejas - "¿en que puedo ayudaaaarte?". Comienzo a explicarle de las monedas pero, a mi cuarta palabra, ya me cortó. "No, jovencita". Wow, jovencita. "El Banco de México no da servicio al público. Lo que tienes que hacer es ir a un banco". Le conté un poco de mi desventura en el banco y que lo que me urgía saber era si esas monedas habían sido acuñadas también en 2004. "¡Ah!", dijo con sus grises ojos muy abiertos, sonrientes y llenos de sorpresa. Largas arrugas se le marcaban en las comisuras de la boca "¿Así que tú ya sabes lo que es acuñar? Me da gusto, me da gusto... quizá para investigarlo deberías ir a la Biblioteca del Banco, que está aquí como a unas diez cuadras". Mi cara, como siempre, delató mi cansancio. "Bueno", afirmó conciliador, "también podrías ir a unas numismáticas que están aquí en la calle de atrás. Seguro ellos saben".
Ese segundo dato me gustó más. Le dí mis más sentidas gracias y salí caminando rápido hacia las numismáticas famosas. En la primera, un hombre pedía más dinero por muchas monedas que llevaba y otra recibía 29.50 a cambio de cuatro dólares en monedas. Una mujer con los dientes llenos de metal - literalmente - me preguntó que qué quería. Tampoco me dejó terminar. Ella no tenía. ¿De casualidad no sabría ella de alguien que sí? Me envío a unas siete puertas, a otra numismática especializada en monedas para coleccionar.
Y sí. Sí había. La señorita me confirmó que también había del 2004, pero que en ese momento no tenía. "Las pido y el lunes te las tengo". Yo no pude evitar darme cuenta que estaban un poco más opacas de las que había visto antes. Pero me parecío bueno. Pregunté por el precio. 35 pesos la de veinteavo y 45 la de décimo. ¡Una diferencia del 25% en el precio! ¡Yo creía que las onzas de plata tenían un precio fijo en todos los lugares! Ahora sabía que no.
Quedé en llamar la siguiente semana, según lo acordado. Al dar la vuelta a la calle, me encontré de manos a boca con una sucursal de la Casa de Bolsa de Polanco. ¿Entrar o no entrar? Pues entré. Ahí, en la vitrina, con todo y sus estuches individuales y su brillo original, las monedas. No pude dejar de preguntar. "Oiga... ¿y cuanto cuestan los décimos". 48 pesos, me dijo. Y fijó su mirada en la tarjeta de la numismática que traía cargando conmigo, puesta sobre mi enorme edición de los Evangelios Apócrifos.
Como si estuviéramos en un tianguis o en una casa de subastas, el dependiente detrás del cristal inclinó su cuerpo hacia mí. "¿En cuánto te las dan?" "En 45 pesos", respondí. Se para de su silla y va con el gerente de la tienda como el niño vendedor que va con su papá en el tianguis. Hablan en voz baja. Al final, el cajero vuelve a acercarse. "Va. Te las dejo en 45 con todo y cajita".
¡Ni siquiera había dicho yo nada! Digo, fuí muy feliz porque obtuve más por menos pero, bueno... no puedo dejar de estar asombrada. Y bueno. Viva el libre mercado.
21.9.04
La desaparición de las arras
Hoy nos despertamos tarde. Como yo ya no escuchó el despertador, fue un poco difícil que le llegara al Duque el sonido a tiempo. El punto es que tuvimos que correr: baño, desayuno, plática rápida sobre el día de ayer. Y después me quedé sola.
Sola para buscar mis arras, en un intento chistoso para resolver un entuerto. Y en la caja donde mi madre aseguraba que había puesto las arras... no estaban ahí. Llamo por teléfono y mamá dice: "Ni modo. Yo te dije que me las dieras para guardártelas yo. Ya te las robaron". Ah, las madres. Maestras de la culpa. Sonaba su voz en mi cabeza, por las arras que habían sido mías, suyas y de mi abuela. El horror.
De la pura depresión, me volví a dormir. Me dormí pensando en mis abuelos, que deberían estarlas buscando. A los 40 minutos, me habla mi madre. Por supuesto, las arras - junto con otros aretes que pensaba que le habían robado - estaban muy bien escondidas en no sé dónde.
Desayunar, tender la cama, sacar tres bolsas de ropa y zapatos para regalar, hacer llamadas telefónicas, comer - todo con largos intermedios para ver la televisión. Y ahora, el Internet. ¿Iré al cine con Eva? Vaya. Esto de ser ama de casa... no sé si me encanta, pero será divertido por algunos días.
Sola para buscar mis arras, en un intento chistoso para resolver un entuerto. Y en la caja donde mi madre aseguraba que había puesto las arras... no estaban ahí. Llamo por teléfono y mamá dice: "Ni modo. Yo te dije que me las dieras para guardártelas yo. Ya te las robaron". Ah, las madres. Maestras de la culpa. Sonaba su voz en mi cabeza, por las arras que habían sido mías, suyas y de mi abuela. El horror.
De la pura depresión, me volví a dormir. Me dormí pensando en mis abuelos, que deberían estarlas buscando. A los 40 minutos, me habla mi madre. Por supuesto, las arras - junto con otros aretes que pensaba que le habían robado - estaban muy bien escondidas en no sé dónde.
Desayunar, tender la cama, sacar tres bolsas de ropa y zapatos para regalar, hacer llamadas telefónicas, comer - todo con largos intermedios para ver la televisión. Y ahora, el Internet. ¿Iré al cine con Eva? Vaya. Esto de ser ama de casa... no sé si me encanta, pero será divertido por algunos días.
Nuevo Centro de Operaciones... recuperado
Y una vez más, regreso a mi mejor oficina: la calle. Después del puente-vacación y ya que salvé la histeria y el llanto crítico por ciertos detalles de la salida del trabajo formal, hoy estuve "haciendo mandados" y caminando la Ciudad.
Me emocionó una vez más ver cómo la Ciudad despierta temprano: los barrenderos, las fuentes, los vendedores de tamales. Me espantó, desde mi reinvindicada condición de peatón, la furia y el descaro con la que conduce la gente. Me sorprendió el calor humano del metro, el olor delicioso de los tacos en las estaciones. Pero - al final - fue bueno.
Ayer tuve el honor particular de comer en casa de los Fernández, padres de mi adorado Bef. No puedo más que inclinarme en memoria ante los deliciosos pedazos de vacío y la interminable y sabrosísima sobremesa. Es tan impresionante cuando uno se siente en casa lejos de su casa...
Muchas, muchas gracias. Volveré - espero - a la crónica urbana.
Me emocionó una vez más ver cómo la Ciudad despierta temprano: los barrenderos, las fuentes, los vendedores de tamales. Me espantó, desde mi reinvindicada condición de peatón, la furia y el descaro con la que conduce la gente. Me sorprendió el calor humano del metro, el olor delicioso de los tacos en las estaciones. Pero - al final - fue bueno.
Ayer tuve el honor particular de comer en casa de los Fernández, padres de mi adorado Bef. No puedo más que inclinarme en memoria ante los deliciosos pedazos de vacío y la interminable y sabrosísima sobremesa. Es tan impresionante cuando uno se siente en casa lejos de su casa...
Muchas, muchas gracias. Volveré - espero - a la crónica urbana.
15.9.04
¡Flores!
Alguien - es un secreto, parece - me mandó unas hermosas flores. ¡Son tan bonitas! ¿Querrán hacerme llorar?
- ¡Son matníficas las sorpresas, je! -
Actualización: Las flores las mandó mi querida Fiesquito. Son un buen augurio para mí y para el Duque en la nueva aventura. Muchas gracias, querida amiga. De verdad.
- ¡Son matníficas las sorpresas, je! -
Actualización: Las flores las mandó mi querida Fiesquito. Son un buen augurio para mí y para el Duque en la nueva aventura. Muchas gracias, querida amiga. De verdad.
El verdadero último día
Heme aquí: haciendo listas de pendientes, tirando papeles, definiendo qué archivos de mi computadora son absolutamente necesarios para mi vida. Y despidiéndome de mi sala de espera de aeropuerto. Espero dejar algo - esa absurda vocación de inmortal...
Barcelona está cada día más cercana. Gracias por las visitas. Seguiremos reportando.
Barcelona está cada día más cercana. Gracias por las visitas. Seguiremos reportando.
13.9.04
Para el álbum de las situaciones increíbles
El Hard Rock Café de la Ciudad de México está ubicado en un lugar magnífico: justo enfrente del Auditorio Nacional. Además de la clientela normal que el restaurante atrae por la música, la memorabilia, la comida very american o la combinación de todo esto, las noches de concierto en los foros cercanos el HRC se ve inundado con personas que esperan sin desesperar la hora de entrada.
El viernes estuve ahí. Esperando. Yo no iba a ver el espectáculo en el auditorio, sino que esperaba a algunos amigos para comernos un brownie y unos nachos. Pero llegaron muy tarde. Me senté en la barra a leer y de pronto llegó junto a mi una rubia a fuerza. Me sonrío y trató de saludarme varias veces. Yo me hundía en el libro. Era como cuando te subes a un avión y mueres de sueño pero el vecino quiere hablar conmigo. Y ella no sólo quería hablar conmigo. Quería terapia.
Resumen: Tijuanense de nacimiento. Licenciatura en San Diego y primera maestría en la Universidad Iberoamericana de Tijuana. Hartas ofertas de trabajo en los United. Un novio en el DF. Ahora vive en el DF para trabajar cerca del novio y estudiar su segunda maestría en el ITAM. "Matníficas" ofertas de trabajo fuera de la ciudad. Pero no toma ninguna porque "mi novio se enoja, no quiere". Pero casi quiere regresarse.
Mi paciencia estaba llegando a su límite cuando se tomó un respiró - y un trago de cerveza. Yo quería escuchar cualquier otra cosa y le pregunté: "¿Y entonces? ¿a quién esperas?". La mujer sonríe, se acomoda su melena y me contesta: "A mí novio. Quedamos de vernos aquí antes de ir al concierto".
Yo pensé en tres foros cercanos. Entonces le pregunté concierto de qué, en dónde. "Ah... el concierto en el Auditorio. La verdad es que no sé bien qué vamos a ver. Me dijo mi novio que era una cantante muy famosa, muy conocida... creo que se llama Carmina Burana y vino a presentar un disco nuevo".
La Victoria que me estaba bebiendo se quedó atorada en mi esófago mientras la miraba con unos ojos cada vez más abiertos. Y ella seguía. "La verdad no sé, pero dice mi novio que la música es muy padre". Comencé a reirme. Afortunadamente, en ese momento sonó su celular y yo me puse a platicar con los chicos que estaban de mi lado derecho - ella estaba a mi izquierda -. Ya no la saqué de su error. Sólo espero que no haya salido muy decepcionada porque no vió a la famosa cantante Carmina Burana.
El viernes estuve ahí. Esperando. Yo no iba a ver el espectáculo en el auditorio, sino que esperaba a algunos amigos para comernos un brownie y unos nachos. Pero llegaron muy tarde. Me senté en la barra a leer y de pronto llegó junto a mi una rubia a fuerza. Me sonrío y trató de saludarme varias veces. Yo me hundía en el libro. Era como cuando te subes a un avión y mueres de sueño pero el vecino quiere hablar conmigo. Y ella no sólo quería hablar conmigo. Quería terapia.
Resumen: Tijuanense de nacimiento. Licenciatura en San Diego y primera maestría en la Universidad Iberoamericana de Tijuana. Hartas ofertas de trabajo en los United. Un novio en el DF. Ahora vive en el DF para trabajar cerca del novio y estudiar su segunda maestría en el ITAM. "Matníficas" ofertas de trabajo fuera de la ciudad. Pero no toma ninguna porque "mi novio se enoja, no quiere". Pero casi quiere regresarse.
Mi paciencia estaba llegando a su límite cuando se tomó un respiró - y un trago de cerveza. Yo quería escuchar cualquier otra cosa y le pregunté: "¿Y entonces? ¿a quién esperas?". La mujer sonríe, se acomoda su melena y me contesta: "A mí novio. Quedamos de vernos aquí antes de ir al concierto".
Yo pensé en tres foros cercanos. Entonces le pregunté concierto de qué, en dónde. "Ah... el concierto en el Auditorio. La verdad es que no sé bien qué vamos a ver. Me dijo mi novio que era una cantante muy famosa, muy conocida... creo que se llama Carmina Burana y vino a presentar un disco nuevo".
La Victoria que me estaba bebiendo se quedó atorada en mi esófago mientras la miraba con unos ojos cada vez más abiertos. Y ella seguía. "La verdad no sé, pero dice mi novio que la música es muy padre". Comencé a reirme. Afortunadamente, en ese momento sonó su celular y yo me puse a platicar con los chicos que estaban de mi lado derecho - ella estaba a mi izquierda -. Ya no la saqué de su error. Sólo espero que no haya salido muy decepcionada porque no vió a la famosa cantante Carmina Burana.
9.9.04
Cierre
Me sabe bien tu culpa
la caricia sedosa de tus palabras amargas
impúdicas
idiotas como dices que soy
yo no olvido
guardo mis engaños y los de otros
como tatuajes o marcas de guerra
y sorprende
que aún cuelgue mi voz
de tus orejas leprosas
la caricia sedosa de tus palabras amargas
impúdicas
idiotas como dices que soy
yo no olvido
guardo mis engaños y los de otros
como tatuajes o marcas de guerra
y sorprende
que aún cuelgue mi voz
de tus orejas leprosas
Última semana
Hoy a las 8:30. Ayer y antier cerca de las 7:00. El lunes 8:15. Ya sólo me queda hoy, y tres días de la próxima semana. Escucho a Morrisey de manera intermitente. And I'm/not sorry for/for the things I've done/ and I'm/ not looking for/just anyone. Los pendientes se me diluyen entre las listas de absurdos. Entre las cartas que tengo que hacer para despedirme. This is world is full/so full of crashing bores/and I must be one. Qué más sino seguir con la corriente, sino arreglar los pequeños detalles que hacen de mi oficina esa enorme sala de espera de aeropuerto: cómoda, bonita, acogedora... pero tan lejana de lo propio. And I'm/not sorry for/for the things I've said/ there's a wild man in my head/ there's a wild man in my head.
6.9.04
Malas noticias desde Alemania - con retraso
Transcribo la nota aparecida este sábado en el New York Times.
Se pierden tesoros literarios en incendio de biblioteca alemana
Por: Kirsten Grieshaber
Publicada el 4 de septiembre de 2004
BERLIN, 3 de septiembre.- Más de 30,000 libros irremplazables fueron destruidos en un incendio la noche del jueves en una de las bibliotecas históricas más importantes de Alemania, en la ciudad oriental de Weimar, informaron fuentes oficiales este viernes.
Entre los tesoros literarios que se perdieron en la Biblioteca Anna Amalia se encontraban miles de obras publicadas entre los siglos XVI y XVIII que pertenecían a la colección del primer bibliotecario de Weimar, Daniel Schurzfleisch, y el archivo de hojas de música de la mecenas de la biblioteca, Anna Amalia (1739-1807), duquesa de Saxonia-Weimar. Otros 40,000 libros sufrieron daños por el humo y el agua utilizada por los bomberos, y los están congelando en un esfuerzo para preservarlos a fin de que puedan ser enviados a Leipzig para su restauración. La causa del incendio no es clara.
"La memoria literaria de Alemania ha sufrido daños importantes", declaró la ministra alemana de Cultura Christina Weiss después de que inspeccionó la escena. "Una pieza importante de la herencia cultural del mundo se ha perdido para siempre". Weiss prometió que el gobierno federal ofrecerá toda la asistencia necesaria para la restauración de los libros y la biblioteca, que se encuentra en un palacio rococó del siglo XVI.
El costo del daño probablemente se valuará en millones de dólares, dijo Hellmut Seemann, el presidente de la Fundación de Clásicos de Weimar, que administra la biblioteca. En una declaración, el Consejo de la Ciudad de Weimar dijo que el valor de mercado de los libros dañados y destruidos no puede estimarse con exactitud, porque son únicos y no están asegurados.
El incendio, que inició en el ático del edificio y después llegó al Salón Rococó - en dónde se encontraba la mayor parte de la colección - ardió durante dos horas antes de que los más de 300 bomberos que luchaban contra él pudieran ponerlo bajo control.
Cerca de 120,000 libros, incluida una Biblia editada en 1534 que fuera propiedad de Martín Lutero, se salvaron del desastre cuando los bomberos y algunos residentes de Weimar formaron una cadena humana para rescatarlos. Entre los trabajos que sobrevivieron se encuentra la colección más grande del mundo de copias del "Fausto" de Goethe. La biblioteca se fundó en 1691 y tiene una colección, distribuida en varios lugares en Weimar, de cerca de un millón de libros, principalmente literatura alemana de 1750 a 1850. La colección incluye cerca de 2,000 documentos escritos a mano, 8,400 mapas y muchas copias históricas de la Biblia.
Se pierden tesoros literarios en incendio de biblioteca alemana
Por: Kirsten Grieshaber
Publicada el 4 de septiembre de 2004
BERLIN, 3 de septiembre.- Más de 30,000 libros irremplazables fueron destruidos en un incendio la noche del jueves en una de las bibliotecas históricas más importantes de Alemania, en la ciudad oriental de Weimar, informaron fuentes oficiales este viernes.
Entre los tesoros literarios que se perdieron en la Biblioteca Anna Amalia se encontraban miles de obras publicadas entre los siglos XVI y XVIII que pertenecían a la colección del primer bibliotecario de Weimar, Daniel Schurzfleisch, y el archivo de hojas de música de la mecenas de la biblioteca, Anna Amalia (1739-1807), duquesa de Saxonia-Weimar. Otros 40,000 libros sufrieron daños por el humo y el agua utilizada por los bomberos, y los están congelando en un esfuerzo para preservarlos a fin de que puedan ser enviados a Leipzig para su restauración. La causa del incendio no es clara.
"La memoria literaria de Alemania ha sufrido daños importantes", declaró la ministra alemana de Cultura Christina Weiss después de que inspeccionó la escena. "Una pieza importante de la herencia cultural del mundo se ha perdido para siempre". Weiss prometió que el gobierno federal ofrecerá toda la asistencia necesaria para la restauración de los libros y la biblioteca, que se encuentra en un palacio rococó del siglo XVI.
El costo del daño probablemente se valuará en millones de dólares, dijo Hellmut Seemann, el presidente de la Fundación de Clásicos de Weimar, que administra la biblioteca. En una declaración, el Consejo de la Ciudad de Weimar dijo que el valor de mercado de los libros dañados y destruidos no puede estimarse con exactitud, porque son únicos y no están asegurados.
El incendio, que inició en el ático del edificio y después llegó al Salón Rococó - en dónde se encontraba la mayor parte de la colección - ardió durante dos horas antes de que los más de 300 bomberos que luchaban contra él pudieran ponerlo bajo control.
Cerca de 120,000 libros, incluida una Biblia editada en 1534 que fuera propiedad de Martín Lutero, se salvaron del desastre cuando los bomberos y algunos residentes de Weimar formaron una cadena humana para rescatarlos. Entre los trabajos que sobrevivieron se encuentra la colección más grande del mundo de copias del "Fausto" de Goethe. La biblioteca se fundó en 1691 y tiene una colección, distribuida en varios lugares en Weimar, de cerca de un millón de libros, principalmente literatura alemana de 1750 a 1850. La colección incluye cerca de 2,000 documentos escritos a mano, 8,400 mapas y muchas copias históricas de la Biblia.
4.9.04
Moñito negro
Tardío. El lunes se murió el uruguayo Mario Levrero, narrador magnífico, poco conocido. Tuve el placer de participar en un montaje con un texto suyo. Aquí, la página que hace algún tiempo le dedicó Fatal Espejo.
Correo con atraso
Brindaré por ti
por entonces, por ahora
cuando todas las jacarandas han callado
las luces del escenario son sordas y enceguecedoras como el amor
no hay verdes pericos que me susurren las líneas que olvidé
en medio del teatro, de eso que cae en noviembre a las calles
y llamamos hojas
o pasado
estás
perdido en las calles de Tokio
- en el lugar común que después de un rato habita la sorpresa -
rotos los cuellos de todos los antiguos pájaros
no tengo más reproches a la luna, ni a los árboles que nos cubrieron
recojo el miedo que se acumula en mis lagrimales:
sé que las promesas de no morir nunca siguen vivas
y que como mariposas
esta noche volverán a quemarse a la luz de antiguas velas.
por entonces, por ahora
cuando todas las jacarandas han callado
las luces del escenario son sordas y enceguecedoras como el amor
no hay verdes pericos que me susurren las líneas que olvidé
en medio del teatro, de eso que cae en noviembre a las calles
y llamamos hojas
o pasado
estás
perdido en las calles de Tokio
- en el lugar común que después de un rato habita la sorpresa -
rotos los cuellos de todos los antiguos pájaros
no tengo más reproches a la luna, ni a los árboles que nos cubrieron
recojo el miedo que se acumula en mis lagrimales:
sé que las promesas de no morir nunca siguen vivas
y que como mariposas
esta noche volverán a quemarse a la luz de antiguas velas.
Instrucciones para pronosticar la soledad
A mitad de la noche, con una lámpara sorda, mire debajo de su cama. Si espera un par de minutos en silencio, escuchará el sonido de mariposas volar, de cascadas caer, de caballeros batirse. En el fondo, verá los ojos del niño que era. Ofrézcale su dulce favorito y pregúntele cómo será el invierno.
2.9.04
La filosofía en Internet
Abro mi correo y me encuentro con este texto:
Era otoño, y los indios de una remota reservación preguntaron a su nuevo Jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible. Dado que él era un Jefe Indio en una sociedad moderna, nunca había aprendido los viejos secretos, y cuando miró el cielo, no podía decir qué iba a suceder con el tiempo.
De cualquier manera, para estar seguro, él respondió a su tribu que el invierno iba a ser verdaderamente frío y que los miembros de la aldea deberían recolectar leña para estar preparados. Pero como también era un líder práctico, después de algunos días tuvo una
idea. Fue a la cabina telefónica y llamó al Servicio Nacional de Meteorología y preguntó:
-El próximo invierno ¿será muy frío?
-Parece que el invierno próximo será bastante frío, verdaderamente -respondió el meteorólogo de turno del Servicio Nacional.
El Jefe volvió a su gente y les dijo que se pusieran a juntar más leña aún para estar preparados. Una semana después el Jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de Meteorología para preguntar: - ¿Será éste un invierno muy frío?
- Sí - respondió el meteorólogo de turno - va a ser un invierno muy frío.
El Jefe regresó nuevamente a su gente y les ordenó recolectar todo los pedazos de leña que pudieran encontrar.
Dos semanas más tarde el Jefe llamó al Servicio Nacional de Meteorología una vez más: - ¿Están absolutamente seguros que el próximo invierno habrá de ser muy frío?
- Absolutamente, sin duda alguna - respondió el hombre - va a estar de poca madre, va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
- ¿Cómo pueden estar tan seguros??- preguntó el Jefe.
Y el meteorólogo le responde: "¡Porque los indios andan en chinga juntando leña!"
No queda más que dejar abierta la pregunta y reflexión de tres pesos de hoy: ¿para qué juntamos leña? ¿a quién le estamos creyendo cuando nos dice que el invierno va a ser frío? ¿No sabremos mejor nosotros?
Era otoño, y los indios de una remota reservación preguntaron a su nuevo Jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible. Dado que él era un Jefe Indio en una sociedad moderna, nunca había aprendido los viejos secretos, y cuando miró el cielo, no podía decir qué iba a suceder con el tiempo.
De cualquier manera, para estar seguro, él respondió a su tribu que el invierno iba a ser verdaderamente frío y que los miembros de la aldea deberían recolectar leña para estar preparados. Pero como también era un líder práctico, después de algunos días tuvo una
idea. Fue a la cabina telefónica y llamó al Servicio Nacional de Meteorología y preguntó:
-El próximo invierno ¿será muy frío?
-Parece que el invierno próximo será bastante frío, verdaderamente -respondió el meteorólogo de turno del Servicio Nacional.
El Jefe volvió a su gente y les dijo que se pusieran a juntar más leña aún para estar preparados. Una semana después el Jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de Meteorología para preguntar: - ¿Será éste un invierno muy frío?
- Sí - respondió el meteorólogo de turno - va a ser un invierno muy frío.
El Jefe regresó nuevamente a su gente y les ordenó recolectar todo los pedazos de leña que pudieran encontrar.
Dos semanas más tarde el Jefe llamó al Servicio Nacional de Meteorología una vez más: - ¿Están absolutamente seguros que el próximo invierno habrá de ser muy frío?
- Absolutamente, sin duda alguna - respondió el hombre - va a estar de poca madre, va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
- ¿Cómo pueden estar tan seguros??- preguntó el Jefe.
Y el meteorólogo le responde: "¡Porque los indios andan en chinga juntando leña!"
No queda más que dejar abierta la pregunta y reflexión de tres pesos de hoy: ¿para qué juntamos leña? ¿a quién le estamos creyendo cuando nos dice que el invierno va a ser frío? ¿No sabremos mejor nosotros?
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