Podríamos decir que la culpa es de mi curiosidad insana por saber si teníamos a alguien jugándose la vida por el lábaro patrio en Vancouver. Pero no, la culpa no es mía. Lo juro. Que se la echen a cualquier otro.
Primero, visitar la página oficial de las Olimpiadas de Invierno y buscar en la lista de países si había alguien que representara a México. Encontrarme con que sí, había alguien, un esquiador llamado Hubertus von Hohenlohe, nombre mexicano como el que más. Además, con 51 años y como otra profesión: artista, empresario y fotógrafo (¿?). Y claro, un link al Comité Olímpico Mexicano.
En la página de COM (que ruega por el auxilio de alguno de los cientos de programadores desocupados en nuestro país), otro enlace a un perfil del joven Hohenlohe, escrito por quién sabe quién, en el que se describe, en primera línea, al señor como "príncipe". Si uno tiene la paciencia, en la cuarta y última página se dice que uno no puede ser príncipe y mexicano, pero eso tampoco parece ser tan importante...
La verdad es que no sé si reirme o llorar. Espero que el COM no le haya dado ni un peso para ir a Vancouver (que más bien creo que lo que le dieron fue la chance de ir) pero... en serio... ¿es esto necesario? ¡Dice que es cantante pop en Austria y todo!
Creo que empiezo a entender lo que la gente sentía en España cuando mandaban a Eurovisión a personajes cada vez más "pintorescos".
Como diría alguien a quien yo conozco: me quiero volver chango. Y ahora, capaz que gana y todo, para que tenga que tragarme mis rabiosamente republicanas palabras.
Nota al pie: Gracias al querido Marco, nos enteramos también que la semblanza es la misma que aparece en Wikipedia. Y en Youtube lo podemos oir cantar y esquiar al mismo tiempo (no canta mientras esquía, es una pista). Lo mismo, que nos agarren confesados. Me preguntó qué estará pensando Maximiliano allá en su cielo...
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2 comentarios:
qué penita, pero qué gracioso... mmmh, ¿nos reímos o lloramos?
Yo preferí tener mi rato de carcajadas... por que si no... Un beso!.
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