Momento confesional: me casé porque me daba la gana casarme. Porque me hacía una ilusión enorme. Porque estaba segura de que mi marido-to-be era el hombre de mi vida... y porque mucha gente me decía que tenía que casarme. No podía yo andar por ahí, viviendo en pecado.
Palabras de más, palabras de menos, algo así le está pasando a la nueva "Ministra de la Familia" en Alemania. Resulta que Kristina Köhler bueno, pues es ministra de la familia y no está casada. Por lo tanto no tiene hijos. Por lo tanto qué escándalo, dios mío, qué escándalo. Sobre todo porque es militante del Partido Cristiano Demócrata. Changos. Así que ya dijo que se casa en febrero - sí, con ese novio con el que vive en amasiato, también ministro - y que le gustaría tener hijos.
¿Soy solamente yo o esto suena a una cosa como contada por Laura Esquivel en Como Agua para Chocolate? Pues sabe. Con tal de que luego la dejen en paz... pero ya se verá.
Ah, esto de vivir en pecado... qué le vamos a hacer con el Santo Oficio detrás de uno... y peor que el Santo Oficio, los santos metiches internacionales. En fin. Ya se acaba mi pataleta. Eso.
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2 comentarios:
A mi justo el año pasado un funcionario del IMCINE me dijo: "Arrejuntarse es pecado" ahora claro que ruega que no lo repita JA!
saludos!
Jajaja... pues sí, es así... hay que mantener la cara de progre como dé lugar... Un abrazo. :D
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