Alguna vez mi hermana mayor dijo que, en realidad, ni mi boda ni mis noviazgos contaban en el gran esquema de las cosas siendo que ninguno de los galanes en cuestión me había llevado serenata a casa. En realidad era una lástima siendo que en casa de mi abuela - donde duermo hoy - siempre tuve una habitación con ventana a la calle.
No es que me estén trayendo serenata, pero a unas calles de aquí están celebrando la típica fiesta navideña con tambora en vivo. Y escucho el turruntuntún de sus percusiones y las guitarras y todo... bueno, escuchaba, porque al parecer el permiso municipal sólo aguanta hasta las dos. Y se acaba de terminar el encanto. Justo a tiempo para llevar mi cuerpecito por fin libre de jetlag a dormir.
PD - Tengo pendiente subir fotos, lo sé - también tengo pendiente salir mejor en las mismas.
19.12.09
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