Anoche hubo cena de navidad en casa de mi abuela. Cumplimos el ritual de tener suficiente comida como para alimentar un batallón, de sentarnos alrededor de una mesa a escuchar villancicos y hasta de rezar - ateos confesos incluidos - para acostar al Niño Dios.
La pasé bien. Me gustó ver a mi familia. Me hicieron falta los ausentes: mi hermano haciendo una guardia, mis tíos que viven fuera de la ciudad. Pero me hizo más falta la ausencia de naturalidad al hablar de los otros ausentes: los exmaridos/exesposas, la pareja de mi tío gay, mi abuelo muerto. Supongo que uno no habla de lo que duele. O intenta no hacerlo.
La noche es de paz pero sólo con los que quieres que lo sea. Qué hacerle.
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2 comentarios:
jeje "La noche es de paz pero sólo con los que quieres que lo sea. Qué hacerle."
Ha de ser genial tener un tío gay >.<
Genial tu punto de mira,
tan real como la vida.
Me ha gustado leerte.
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