Ligeramente triste con variaciones al alucine. Extraordinariamente cargada de trabajo. Preguntas varias: ¿no estaré metiendo la pata? ¿será que esto es as good as it gets? ¿y yo por tiquismiquis me lo voy a cargar? ¿Por qué carambas hay tantas versiones de los programas de Adobe?
Casi acabo mi libro hoy en el tren. Llegué a la oficina y dicen que me veo guapísima, feliz, contenta. La realidad es que me quedé una hora más en cama porque no me podía levantar. Tengo la persiana a medias. No he tomado agua.
Ah, la méndiga culpa. Y la paranoia. Y el orgullo. Qué asco de colección de estampitas de los siete pecados provincianos.
30.8.07
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