De pronto, estás en medio de la calle vestida con una cosa que no termina de definirse entre maillot y traje de charro. Atrás de tí, comienzan a sonar unas guitarras. Con un codazo, te hacen comenzar a cantar la versión más mexicana y mariachera de las mañanitas. Ahora lo entiendes: eres parte de un mariachi y están cantando una serenata. Lo que no entiendes son las mallas y los zapatos de ballet... hasta que alguien te toma por la cintura y te sientes dando piruetas y bailando por los aires. Eres parte de un mariachi ballet. Y toda la noche te la pasas de serenata en serenata. Y eso que a tí nunca te han llevado una.
* * *
Estás desayunando en unos portales, sentada en un equipal. Hablas de cosas trascendentes (pero que luego no recuerdas) con la madre de una de tus mejores amigas. De pronto, se acercan tres mujeres a pedir dinero. Las escuchas que van, mesa en mesa, extiendendo la mano y diciendo: "¿tienes una moneda?, ¿tienes una moneda?". Cuando se acercan a tí y te preguntan que si tienes una moneda, tú contestas que no. Las tres, al unísono, sacan una moneda de sus bolsas y te la ponen sobre la mano.
* * *
Al otro de lado de la calle, enfrente de tu casa actual, alcanzas a ver la sombra de tu vecina regañona de la infancia.
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1 comentario:
Me dio mucha risa tu post. Yo también he pensado seguido en eso de que el chic@ que me pregunta por una moneda y le diga que no tengo, saque una y me la dé. Fabuloso.
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