15.3.10

La relatividad de la espera

Tengo más o menos diez días enferma. Una semana clavada de que mi oído izquierdo está tan inflamado que escucho el fluir de mi sangre a veces, o siento alguna imagen sonora al pasar saliva. Que todo lo del mundo exterior tiene una especie de sordina... como si estuviera permanentemente apoyada en una almohada. Una cierta presión insistente... y ya no la aguanto. Estoy pensando en cuántos médicos más tendría que ver, si me tocará una operación o cómo podríamos hacer para que mi oido se destape. No me duele, no, pero me molesta. Me hace sentir como si fuera otra persona diferente. La espera de la mejora me parece lenta y desastrosa.

Hoy fuí, por enésima vez, a la policía. A completar un expediente que he ido elaborando podíamos decir que casi durante cinco años. Otra vez todas las hojas de mi pasaporte, mi contrato de trabajo, de alquiler, las actas que muestran mi estado civil (y todas las preguntas pertinentes al respecto). La chica, amable, tomó las hojas, las engrapó a otras tantas que ya tenía y me dijo: "pues perfecto. De aquí en adelante, piensa que te quedan unos dos años más".

Y me da un poco de risa cómo, insensata, espero a la burocracia del mundo lo que se quiera tardar y a mi cuerpo - pobrecito - lo azuzo para que se recupere pronto, como si no hiciera su trabajo todos los días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Cin, que te dijo el medico?

Saludos.

Anónimo dijo...

aggg es horrible estar enferm@ :( espero que para ahorita ya estés mejor...