Hay días que van perfectos y otros que necesitas una razón extra para seguir. Para que todo haga un poco de sentido. Para conservarte en el camino en el que estás o dar el volantazo que te hará cambiar de vía. En el fondo, uno sabe lo que quiere. Pero es difícil decirlo. Es más difícil aceptarlo tú.
Y buscas señales. Algunos en la iglesia, otros en los diarios, otros en la luna. Señales de cualquier tipo. Señales como: "tienes 31 años. Es uno de tus pocos cumpleaños en número primo. Un número indivisible, sólo entre uno y entre si mismo. Es un cumpleaños para tí. Piensa que este tiempo es para tí y hay cosas que tendrás que resolver tu sola".
Como esas, por ejemplo... que te obligan a hacer cálculos y encontrar cuántos cumpleaños primos más te quedan...
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2 comentarios:
Bueno, haciendo cálculos podemos imaginar cuántos más podrían ser; quizá cada año debiera tener sentido por sí mismo, pero me gusta la idea de que los años primos son sólo para una misma ¿A ti qué te gustaría hacer con ellos?
Saludos
Eso de los cumpleaños primos...nunca lo había pensado.
Espero que se mejores, aunque el tiempo no acompaña. Falta poco para que comience a levantarse el calor ;)
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