16.8.08

Las distancias relativas

Me gusta caminar. Pero cuando se trata de salir en la noche, tengo una lista grande de sitios cerca de mi casa (incluyendo la misma casa) hasta los cuales trato de arrastrar a mis amigos siempre - me da una pereza enorme regresarme sola y tarde desde un sitio lejano. Con el ipod las cosas habían cambiado un poquito - a casa de X son 3 canciones, a casa de L son siete, aprox. Y así me voy con todas.

Pero hay límites geográficos que no paso. Para los que termino tomando un autobús o un taxi en mis días de vino y rosas, ja.

Ayer crucé uno de mis límites geográficos. El barrio de Gracia, que siempre creo que es tan, pero tan lejos. Ni está tan lejos. Es mi cerebrito el que le pone el límite - digo, al final, L vive a las puertas de Gracia. Y sin embargo, confirmé una cosa: lo que me pone enferma de caminar en la noche es caminar sola. Porque si vienes muerto de risa y con una cerveza de más (porque la más mala siempre es la última, no las cuatro que te tomaste antes), tonteando con alguien que se ríe de tí porque te balanceas mientras mandas mensajitos en el móvil y se toma la molestia de acompañarte hasta casa porque es un solecito, no da flojera, ni horror, ni nada.

De hecho, te das cuenta que las distancias son relativas y que Barcelona es - en tapatío y con tapatía compañía (cacofónica, la niña) - bien bonita de noche.

4 comentarios:

G dijo...

eres capaz de provocar 'saudades' de Barcelona de noche C...
x

Anónimo dijo...

con el corazón en la mano, si al llegar a casa al solecito le invitas a subir, eso es la gloria, no sabes lo contento que uno se pone

bs

Rax dijo...

Abrazos, muchos.
Que pronto se nos haga visitarla y que nos lleve a caminar de noche por Barcelona.
Abrazos, de nuevo.

AC Uribe dijo...

G: ;)

Me imagino, querido A&L, que le hubiera hecho ilusión al solecito. Me lo imagino. :D

Rax! Me encantaría verlos aquí, amigos, y llevarlos a caminar. Tengo la esperanza de que un día de estos me avisen una fecha y ponemos todo listo. Muchos besos.