2.2.08

Sorpresas te da la vida

En Barcelona hay chorromil quinientos doce bares. De todos esos, hay dos o tres a los que suelo ir. Porque me encanta la música. Porque bebo lo que me gusta. Porque me siento cómoda. Máximo tres, pues, no más.

A él no le gustaban. Y hoy, primera noche que salgo, con ganas de reírme, entra al que más denostaba de todos.

¿Mensajes de botella? ¿O cómo?

2 comentarios:

. dijo...

Los caminos del señor son inescrutables.

AC Uribe dijo...

Absolutamente, querido mío. Saluditos.