- En realidad, sí me gusta el comino. Sobre todo si está distribuido por una rebanada de queso semi-maduro.
- Me siguen encantando los tulipanes. Pero me gusta más que me los regalen que cuando los compro yo.
- Me gusta viajar, pero me gusta tener alguien al lado para sorprendernos juntos.
- En el fondo, soy una niña pequeña y malcriada. Nada me hace más feliz que ser mimada. Como cuando cerraba los ojos al llegar a casa y fingía estar dormida para que mi papá me subiera en brazos hasta mi cama. Sigo siendo la misma, aunque no espero que nadie me abrace. O quizá sí.
- Mi malcriadez pasa por que quiero que las cosas se hagan a mi manera. Siempre. Y eso implica, según alguien, que nunca seré feliz del todo. Quizá.
- Colecciono padres y madres a lo largo y ancho del mundo. Todos me dicen que debería de darle las gracias a mis verdaderos padres por criarme tan bien. Y yo, tan estúpida, nunca lo hago.
- Me gusta una realidad en la que mucha gente se dedica a la pintura, la música o algo similar. Pero no me parece mía. Me es muy lejana.
- No puedo andar en bicicleta. Le tengo muchísimo miedo. No sé mantener mi equilibrio. Me aterra romperme la cara.
- Odio que alguien quiera enseñarme a andar en bicicleta. Se frustra él y me frustro yo.
- Me gusta cuando no entiendo lo que dice la gente… con excepción de cuando pienso que quizá estén hablando de mí. Es decir, estar en medio de gente que habla un idioma que no entiendo, me ayuda a medir mi nivel de narcicismo. Cuando empiezo a creer que todo se trata de mí es cuando me molesta el no entender. Cuando no es así, disfruto estar sola con mis pensamientos.
- El holandés es un lenguaje felino. Se lo dije a unos amigos, entre sus carcajadas. “Suenan como a gatos hablando”.
- Me comería kilos y kilos de pan de canela en un momento de distracción.
- No estoy segura de las decisiones que he tomado en mi vida. Por lo menos no de las más recientes. Cuando las verbalizo, todo es claro – cristal clear. Pero no antes. Entiendo que estaba buscando pelea. Ahora tengo una asquerosa sensación de rendición.
- No debo de vestirme como campesina holandesa. Me veo gordísima. Y no, mis genes no son de este tipo.
- Mi blog es como un cuaderno de notas eterno que no parece tener fin, principio, ni lógica alguna.
- No puedo contar secretos. Y si los escucho, tengo que convencerme de que no los diré después. O escribiré, que es lo mismo, para el caso.
- Michael J. Fox dice dos cosas en una entrevista con Esquire con las que me quiero quedar. “Si no tienes a nadie que te llame, estás perdido”. “Cualquier cosa horrible que te pase, seguirá estando ahí presente hasta que la aceptes. Lo mejor es llegar a esa parte lo antes posible”.
- Dicen que soy un alma vieja. Eso ya lo había escuchado antes.
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3 comentarios:
# 16 ?
Pues eso. Simple y llanamente. Cuidar los secretos.
Yo cambiaria el "quien te llame" por "a quien llamar". En lo demás, también me han dicho que soy alma vieja (aunque no entiendo de numerología), también me gusta Cortazar y aunque me robaron una parte de mi vida en Amsterdam que nunca he podido reemplazar, me gustó.
Saludos.
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