Cuenta Marco que en casa de su abuela, en Tamazula de Gordiano, la abuela iba adaptando las tradiciones a sus posibilidades. Así que, cuando comenzó a ser “moda” poner un arbolito de navidad además del nacimiento, ella se conformó con empezar a jalar desde el corral una especie de cáctus con hirsutas ramas verdes al que le ponía los foquitos correspondientes. Sus hijas – y años después sus nietos – se lo tomaban con resignación. Una de ellas, la más hábil con las “manualidades”, acabó por irse a buscar ramas de árboles y llenarlas de palomitas para simular un árbol nevado.
Después de muchos años – quizá más de 30 – el cáctus-placebo-de-arbolito finalmente cedió a tanto jaloneo desde el corral hasta la sala. Entonces las hijas – madres ya de hombres y mujeres formados – decidieron comprar un árbol de verdad. Fueron a la ciudad más próxima y regresaron con un abeto natural, que presidió los festejos ante la euforia. “Pero cómo hemos mejorado”, decían todos.
Al año siguiente, la sorpresa continúo. Cuando llegaron todos los foráneos, se encontraron otra vez un árbol natural, muy verde, entre los adornos. Marco, como buen curioso, se acercó porque dice que algo le parecía “raro”. Al extender su mano y tocarlo, tiró con horror un pedazo de rama seca y se dio cuenta que los aparentes “efectos especiales” de nieve eran en realidad telarañas.
Irma, la hija más jóven, le explicó entonces el cuento. “Pues es que tu abuelita no quiso tirar el arbolito del año pasado y lo colgó de cabeza en el parte de atrás del corral. Lo sacamos y le dimos una mano de pintura verde. Y mira, la verdad es que se ve bien bonito”.
El árbol disecado – como lo llama Marco – cumplirá este año unos siete años de existencia. Habrá que ver si aguanta. Y también contarle la historia a los defensores del reciclaje para que vean que siempre hay alguien que va mucho, pero mucho más lejos que ellos.
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3 comentarios:
¡uuuhhh! creeepy...
No sé si la historia me da ternura, asombro o terror. Pero sin duda no la olvidaré!
Abrazos Centrífugos!
... pero qué linda historia! Me encantó, así como también tu blog, que me enganchó.
Saludos,
Bienvenidos! Gracias por la visita!
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