Esa es la leyenda que se lee en la pulserita que el IFE me mandó junto con mis papeletas para votar. Me miran desde la mesa de casa. Y yo, veo las fotos del folletito... ¿que Campa no tiene asesor de imagen? ¿o el que tiene no quiere que gane por tener cara de feo y maloso?
Hoy mi jefe me preguntó que si podré votar en las próximas elecciones para el gobierno catalán. Lo más fuerte de todo es que creo que sí, bajo la premisa de que aquí vivo y a ellos les pago mis impuestos.
Supongo que mi pulserita y mi posible voto en tierras catalanes son algunas de las innumerables ventajas del surrealismo.
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