22.9.03

Y pensar que todo es culpa de Leonardo (da Vinci, dicen)

Los lunes comienzan con flojerita. Yo, que fuí atacada durante el fin de semana por una horda de mosquitos, no puedo concentrarme a causa de la comezón. Esta mañana decidí salir de mi casa con unos muy cómodos zapatos blancos de piso, en contra de todas las reglas no escritas que dicen que uno debe ir muy mono (traducir esto a falda o medias o zapatos sexies) a la oficina.

Lo lindo es que este artículo de opinión del NYT me da toda la razón. Los zapatos altos son crueles y no aptos para la agitada vida de ciudad.

("Ajá" - dice mi conciencia con voz reprobatoria -, "otra vez buscando razones para justificar ampliamente tus fachas. Que te crea tu mamá")

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