18.4.16

Lunes, increíblemente, al sol


Este post casi comparte título con la película Los lunes al sol de Fernando León de Aranoa, que hablaba (entre muchas otras cosas) de aquellos que, al quedarse sin trabajo, pueden dedicarse el primer día de la semana a sentir cómo el calorcito y la luz les tocan la piel, mientras se preocupan, mientras buscan.

Yo busco y me preocupo - sí - también estoy a la búsqueda de la próxima oportunidad, de una vida nueva donde sobre todo escribo y me concentro y sigo eso que digo que es mi voluntad. Y parece que esas angustias llegan con más fuerza al inicio de la semana. El domingo era para descansar pero los lunes son para pensar, para ocuparse, para hacer. Hoy es lunes e, inesperadamente, de este lado del mundo también hay sol. Cada vez que le digo a alguien que vine aquí me preguntan por qué, se preocupan porque me hará falta el sol. Y yo también me preocupo por el sol, porque es una de las formas que toma la añoranza. 

Porque la falta de sol también me recuerda las otras cosas que me faltan, la gente que me falta, lo que quería hacer allá y ahora se quedó en intermedio. Pero sólo es un intermedio. No es el final de nada. Y abrir las ventanas y despertarse al sol es despertarse a las posibilidades... que están incluso donde crees que no las encontrarías.

Yo continúo con las posibilidades y las realidades del lunes - ya menos soleado pero igualmente prometedor. Y dejo por aquí una foto del socio, que también está disfrutando.



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