"No te podrías creer lo feliz que soy". La llamé (por Messenger) para felicitarla de su cumpleaños. Entre otras cosas, me comenzó a contar la historia de su nuevo novio - que por fin parecía que algo funcionaba. "Vamos de paseo, salimos juntos, me llevó a conocer a su familia... nos queremos mucho... y yo no reviso su Facebook, porque no me quiero enterar de lo que le escribe la gente. Prefiero creerme lo que me dice".
- * - * -
Vino a visitarme a casa después de un par de meses de no vernos. Cerveza de por medio, comenzó a contarme la historia del fin de una relación que hasta hacia poco parecía no tenerlo. Después de hablar con él, él le dijo que bueno, que no se comprometía porque, bueno, seguía enganchado de su ex. Que en realidad nunca había querido nada con ella. Esta se va a casa, sufre un poquito y lo deja pasar (estaba lista para dejarlo pasar). Al otro día, como parte de la limpieza, lo bloquea del Facebook. Y el señorcito, a las semanas, le reclama: "qué mal rollo, ¿no? que me borres de tu Facebook.... ¿Pues qué ya no te caigo bien?".
-*-*-
Hay gente de la cual su Facebook me da una curiosidad insana que sé podría satisfacer a cambio de un poquito de dignidad. Lo bueno es que sigo siendo rabiosamente digna. Y uno no tiene siempre que ver todo ni exponer todo. Aquí también se vale aquello de que "la curiosidad mató al gato".
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
;))
un amigo me dio la otra vez su contraseña para poderme meter a su feisbuc y poder satisfacer mi curiosidad de facebooks que por mi dignidad, no había agregado... jiji
Y ayer, en un ataque de dignidad, borré perfiles de mi facebook... como tu amiga, jum!!!!
besote!!!
jejeje No falla.
Oye fulanita me borro del facebook...
Siempre sera el mejor de los pretextos visitar a la Tocayita y comer tortas de chorizo juntas
Besitosssss
Publicar un comentario