Que dice Princeton EDU que patronizing es "characteristic of those who treat others with condescension" - la característica de aquellos que tratan a los demás con condescendencia. Que digo yo que detesto minuciosamente recibir correos electrónicos con largas listas de pendientes ante los cuales tengo que responder dando una respuesta puntual, cortés y eficiente.
¿Será que me estoy convirtiendo en el mismísimo cascarrabias? ¿O solamente es cuestión de que se vuelve cada vez más radical ese comportamiento en mí?
Ayer me hablaron de México para contarme cómo avanzan los trámites de la visa. Sí, tendré que alejarme del síndrome de Ulises puesto que se me acaba la ilegalidad. El punto es que el señorcito del Consulado se portó lo más desagradable del mundo con mi delegación. Martha, que es un sol y ya pasó aquí conmigo un mes, me contó que lo había disculpado pensando que también él era español y había heredado las "buenas maneras" que representan a muchos de sus conciudadanos. Pero no. Resultó que era mexicano y un grosero pues... por grosero. En el teléfono, con voz de burlona súplica, Martha me insistía: "por favor... que no se te vaya a pegar..."
Hay que decir que no todos los españoles son grandes brutos incapaces de pedir las cosas por favor. Lo que sí es cierto es que muchos tienen como deporte nacional pelearse... si es a gritos, todavía mejor. Yo incluso he encontrado personas que se molestan contigo si no quieres pelear. Y a mí, la verdad, he descubierto que no me gusta nada pelearme...
Hace frío. Estoy esperando un mensajero que no llega. Tengo la lista de cosas que tengo que tener perfectamente hechas para mañana y no, no quiero. Esto, señores, es lo que se llama ser un rebelde sin causa.
28.2.06
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