27.2.06

Corazón calientito como café con leche - pero un poco amargo

Absurdo. Me levanté llena de dolores postmigraña. También yo estoy harta de la enésima ola de frío - siempre caigo, siempre, en los engaños perpetuos del cielo mediterráneo. Casi creí que todo había pasado y ahora me pesa más que nunca mi abrigo. Supongo que como armadura en los últimos días de la guerra.

De pronto, dos buenas noticias. Bueno, tres, pero una llegó desde el viernes. La tempranera es que mi querido Bef cruzará el charco este fin de semana y aterrizará en el Londres invernal. Convencida de que todo los ingleses caerán rendidos a sus pies y dolida en mi bolsillo, no podré ir a verle. Sin embargo, no desisto en mi intento de que decida tomar un avión y llegar a la humedísima Barcelona.

Las dos buenas noticias de hoy ponen de manifiesto que soy un poco mala y otro tanto tonta (tatatateteté... qué horror): Sitges no pudo tener rúa de Carnaval por el mal tiempo. Yo, que soy una aguafiestas, la pasé terrible el año pasado en Sitges. Y bueno, no puedo dejar de sentir un cierto confort interno... me parece que es mi venganza indirecta contra el mundo que se emborrachó y me dijo de cosas. Qué mala.

La otra buena noticia me llegó por el blog de Harmodio, a quien no conozco pero cuyas narraciones mínimas me parecen sumamente entrañables. Resulta que unos de sus amigos se pseudo-casaron en Francia. Supongo que era una cosa así como declarar una unión de hecho. Pero su magnífica crónica de sociales (entrada del 14 de febrero) con plumas y carnaval me llenó el corazón de calorcito de café con leche. Además me acordé - muy a tiempo, qué va - que unos queridos amigos míos pasaron por el juzgado el pasado martes para solucionar sus problemas legales. Sé que no leen este blog, pero aún así me congratulo por su valentía y su cariño... que sé que arreglará muchos más problemas que los que causa el Ministerio de Interior.

(También hay malas noticias. Las más malas, que los mineros sepultados en México ya fueron dados por muertos y olvidados, mientras que la España bienpensante se revoluciona de asco porque los principitos decidieron mandar las células madre de la princesititita a Houston para su conservación. Por favor. Yo sé que en México la gente ve el futbol y las novelas para perderse un rato del perenne prime time de su pobreza. Lo curioso es que en España la gente se da tres vueltas con la monarquía y otros temas sumamente relevantes para perderse el prime time de la estupidez bienpensante que genera la prosperidad. He dicho.)

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