Cuando terminas de hacer una maestría que no llenó tus expectativas, tienes la sensación de que hay algo pendiente. Para ser sincera, si yo hubiera conocido a la directora del programa que hice antes de que empezaran las clases, probablemente hubiera pedido entonces mi cambio. La mujer me pareció desde siempre tan falsa, tan exagerada, que pensé que quizá eso me iba a encontrar en el aula. Y sí.
No puedo negar que tuve algunos maestros excelentes. Que muchos trabajaban durante horas para prepararnos el material - y se notaba. Pero más de la mitad del tiempo estuve con personas cuya comprensión de la didáctica se limita a la postura de "yo sé más que tú, soy mejor que tú... y te jodes". Francamente mal.
Y siento que me debo algo. Ayer fuí a otra universidad, a platicar con el director de otro postgrado. El tipo me cayó francamente bien. Se nota que hizo un esfuerzo. Y que tiene una visión de compartir, no de impartir.
El asunto es que no estoy segura si inscribirme o no. Sigue pesando el miedo de que sea malo, además de la posibilidad de que económicamente esto se vuelva cada vez más caótico. Esto de ser ciudadano de segunda clase...
¿Ayuda?
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