29.9.11

Lo mismo, pero no

Entré a la función de las 18:00, de las 19:30 y de las 22:20. La segunda película la alcancé ya comenzando. Entre la segunda y la tercera tuve una hora para pasearme por el centro comercial sin saber qué comer que no afectara el régimen, luego entré al super mercado y me fui caminando hasta la orilla del mar. Ahí cené mi cena de supermercado - con el fondo del sonido del oleaje y la voz de mis amigos, a los que llamé para contarles que había ido a tres sesiones de cine seguidas.

Mientras regresaba - en un taxi, sola también - me dí cuenta de por qué los había llamado si esto antes para mí era normal: necesitaba hablar con alguien, contarle todas las ideas y las cosas y las imágenes que me habían generado en la mente las otras imágenes en la pantalla.Yo antes hacia esto, pero siempre con los amigos de la universidad, con algún novio... tres sesiones en solitario pueden ocasionar un grave cacao mental.

Sigue gustándome ir al cine sola. Pero creo que para tanto estímulo necesito un sparring. Alguien a quien contarle lo que ví. Como al que lee este blog.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA PARADOJA DE LAS VIVENCIAS, EL PLACER DE ESTAR ACOMPAÑADO DE SI MISMO EN ACTIVIDADES DE AUTOREALIZACIÓN, RECLAMA LA SOCIALIZACIÓN.....BESOS Y UN GRAN ABRAZO fjua