No soporto, no entiendo, a alguien que se pone a hablar en medio de una película. Especialmente cuando no está sola.
Cuando estaba en la Universidad, teníamos la rara ventaja de estar a diez minutos de automóvil de varios multiplex (cines con múltiples salas). Además, la gran mayoría llegábamos a clase en automóvil propio - tan malo es el transporte público en la ciudad en la que nací, tan mimados estábamos todos que nuestros padres nos habían dado nuestros propios autos.
En fin - ir al cine de las 14h00 era casi garantía de encontrarse la sala para ti solo. O sólo para los 8 ó diez que habíamos escapado de la clase de historia de la cinematografía o de estética (cualquier duda en mis gustos artístico-musicales se resuelve así). Entonces entrábamos y, solos en la sala, nos dedicábamos a criticar a voz en cuello la actuación, el decorado, los movimientos de cámara... todo que parecía que podía sustituir nuestra carísima clase y los 20-30 pesos que habíamos pagado por la entrada.
Nada que ver con la mujer quien, en una sala normal, a la mitad de la tarde, se pone a hablar por teléfono mientras el protagonista de la película (Bruno Ganz, en Das Ende ist mein Anfang) se muere a pedazos. Entonces qué ganas de levantarse, imprecarla e impedirle que tome un móvil por el resto de su vida...
... pero eso, claro, es mi mal genio de vacaciones. Un par de besos y mimos y estaré bien. En serio... pero por si acaso, mejor no hablar durante las películas.
Los pacientes psiquiátricos somos un poco de cuidado. O un mucho. Y requerimos de esa ternura que llega en paquetes insobornables. En situaciones perdidas y recién recuperadas. En actos suicidas. En eso... que no sé muy bien cómo se llama. En esos finales que, en el fondo, parecen principios.
Quiero ir al cine de función de 2 pm !!!!!
ResponderBorrarGracias x la nostalgia
De nada, cariño... mi placer particular... MUACK!(Ps - yo también quisiera volver al cine de las 14h00 y las cervezas y las pizzas de Domino's... a veces, sólo.. jijiji=
ResponderBorrarLa persona que parla per telèfon en una sala de cinema és d'un individualisme recalcitrant i mereix molt més que una imprecació: no se l0hauria de deixar entrar MAI MÉS en un cinema.
ResponderBorrarNo et preocupis pel teu cabreig pre-vacances... tot principi és la fi i totra fi és principi... no hi ha plaer sense sofriment ni sofriment sense plaer... Conec un banc en una plaça de Barcelona que parla per si sol...