27.1.06
Epifanía
Fue en un bar, en la calle Comtessa de Sobradiel cerca de Avinyó. Era cumpleaños de E, lo que hacía que ir a un concierto en jueves, en una semana horrible, tuviera algún tipo de sentido. Y yo no puedo entender porque me gusta imaginar las películas para la música que escucho. Es como si tuviera un sentido extraño del uso de los soundtracks. Y me ví, caminando por las calles de Barcelona, enamorada de éste y de áquel, ahogada en calor y en arena, congelada, bebiendo chocolate con churros, preguntándome si será este el momento, o mejor el siguiente. Entendí entonces que la película de Barcelona está por terminarse. O por lo menos esta parte de la serie. Y me llené de añoranza de lo que vendrá y de los días que extrañaré un bar a media luz, lleno de humo de cigarro, en donde mi vodka se acabó junto con la última nota de un típico vals venezolano.
Que la peli que sigue sea para bien, y todo lo demás es lo de menos.
ResponderBorrarAbrazos que la echan de menos!