Me enamoré una vez, a los 16 años. Odiaba a los hombres reales y había un caballero, en un cuento, que me parecía el del "blanco córcel". Aunque en realidad lo que conducía era un Peugeot 404 y estaba en un embotellamiento de regreso a París. Y estuvo ahí por meses. Después del ingeniero del Peugeot terminé por enamorarme de muchos tantos... e imaginar, sólo imaginar, que aquel capítulo siete de la Rayuela estaba escrito para mí. Ya sé que soy una cursi asquerosa. Y que el video no es lo más bueno del mundo. Pero es como ver el anuncio de la Seat que hay ahora en la tele - cuestión de cerrar los ojos y regodearse en los restos de Bélgica que cuelgan de sus palabras. Enjoy.
sin la cursileria no somos nada, yo creo que no tiene nada de malo ver lo bonito del amor real o platónico, un saludo.
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